Las 2 monedas de oro
En una ciudad muy grande,
vivía un joven llamado Julián. Éste, quería tener grandes riquezas, aunque, no
hacía nada para obtenerla. Siempre esperaba tener algo de suerte y que el oro
cayera a sus pies sin gran esfuerzo. Un día mientras caminaba por la ciudad se
encontró con un viejo amigo llamado Abel, se dio cuenta de que éste lucía
vestimenta elegante y llamativa. Después de saludarlo, sin pensarlo dos veces
le preguntó: “¿Cómo hiciste para lucir ese tipo de prendas? Con una gran
sonrisa respondió: “Aprovechando oportunidades, muchas veces estamos ciegos a
los grandes caminos que se nos están abriendo, yo, he podido ver y aprovechar
oportunidades únicas”.
Julián, mientras se devolvía
a casa pensando en las palabras de su amigo, tuvo la dicha de encontrarse 9
monedas de oro en una bolsa, las recogió y de inmediato pensó: “Esto es lo que
me hacía falta, oro. Ésta es la oportunidad que debo aprovechar”. 9 monedas era
una cantidad enorme de riqueza, Julián decidió dividirla en 2 partes (una de 7
y otra de 2) y fue a visitar a su amigo Abel.
Al llegar, le dijo: “Tú me
has dado un gran consejo, debo aprovechar cada oportunidad que se me presente,
he encontrado 9 monedas de oro y he decidido obsequiarte 2 como agradecimiento.
Tengo 7 monedas que me dan una gran oportunidad y ahora voy a aprovecharla”. Es
una buena noticia –respondió Abel, ahora tú me estás ofreciendo una oportunidad
a mí y también la aprovecharé.
Julián, que nunca había
manejado una riqueza semejante, decidió guardar su oro e irlo usando poco a
poco, rendirlo hasta acabarlo y así aprovecharlo al máximo. Pasados 3 años, a
Julián se le terminaron sus 7 monedas. Al transcurrir este tiempo y ver que se
había quedado sin nada de nuevo, fue a ver a su amigo Abel y contarle lo que ha
hecho con su riqueza, haber vivido 3 años con unas monedas que no le costó un
poco de su esfuerzo. Cuando se acercó al hogar de Abel, se dio cuenta que era
más grande y espacioso. Abel tenía una mejor vestimenta y esclavos que le
servían en lo que deseara.
Con mucho asombro, Julián,
luego de contarle su historia, le pregunta: “¿Y tú cómo has conseguido todo
esto?”. A lo que Abel le responde: “Esas 2 monedas de oro que me diste me
ayudaron a comprar materiales para hacer 2 carrozas muy elegantes y seguras que
servirían luego como transporte para la ciudad, prestar sus servicios hizo que
me duplicara las monedas y pudiera crear más carrozas, lo que ves ahorita es el
resultado de haber aprovechado esas 2 monedas de oro”.
Moraleja:
Julián
tuvo la oportunidad frente a sus ojos, pero siempre fue una persona que
esperaba que todo le llegara como por arte de magia, no supo aprovechar esa
riqueza. Su inexperiencia lo llevó a perderlo todo, él pensó que lo estaba
aprovechando pero realmente lo que hizo fue gastarlo, mientras que Abel en vez
de enfocarse en guardar ese oro, decidió invertirlo, pensó e ideó algo que le
generaría más ingresos en un futuro.
En todos lados encontramos
oportunidades, la gran mayoría de veces se deja pasar. En la vida cotidiana
sólo uno puede ver oportunidades en donde otros no, Abel vio una gran
oportunidad en esas 2 monedas mientras que Julián teniendo 7 no hizo gran cosa.
¿Qué harías si te ganas la lotería? O si te llega un dinero que no esperabas,
¿gastarlo? ¿Guardarlo? ¿Invertirlo? ¿Cómo lo aprovecharías? Si no sabemos qué
hacer con algo así, edúcate y guíate de una persona con el éxito que desearías
tener.
NOTA: Si deseas ver el vídeo de este cuento puedes hacerlo ACÁ